COMERCIO EXTERIOR: ATAQUE AL DESEMPLEO
Creo que nadie puede negar que la pobreza y el desempleo son los dos problemas humanos más acuciantes que confronta la Nación. Los panameños podemos no estar de acuerdo en las causas que han generado esta situación, pero ciertamente todos estamos de acuerdo en que sólo a traves de la inversión, estatal o privada, podremos superar el problema del desempleo.

Ante las evidentes limitantes financieras que afectan al Estado, este no puede afrontar inversiones de la magnitud que el problema requiere (sin entrar en el debate de la ineficiencia o no del Estado como inversionista), por lo que debemos procurar la generación de empleos a traves de la inversión privada.

En el mundo de hoy, Panamá compite con otros países por esta inversión. Por esto, es indispensable que el inversionista no sólo sienta un “clima favorable”, sino que las inversiones constituyan un negocio comparativamente atractivo, de forma tal que este dispuesto a tomar el riesgo. Los dos gobiernos democráticamente electos que hemos tenido (1990-1999), han hecho esfuerzos importantes para que el “clima” mejore. En este sentido, se ha iniciado un proceso de liberalización comercial; se han privatizado actividades económicas; se han aprobado normas para permitir la inversión vía concesiones administrativas; se ha reducido la intervención estatal en el mercado y se ha flexibilizado el marco jurídico de las relaciones laborales.

En contraste con este esfuerzo, poco se ha adelantado para lograr que invertir en Panamá sea negocio. De nada nos sirve el clima si el “bottom line” de los negocios no es atractivo. Por haber sido inversionista extranjero he podido comprobar esta realidad. En efecto, participé junto con mi padre en una aventura inversionista en España. Lo hicimos a pesar de tener que pagar 17 salarios al año, tener una gran inflexibilidad laboral y excesivamente altos impuestos, porque invertir en España era negocio.

¿Cómo hacer para que invertir en Panamá sea negocio? pues garantizando acceso a mercados importantes. En el caso de Panamá esto es fundamentalmente necesario (probablemente con la excepción del negocio del transporte marítimo, que ya cuenta con este mercado por el canal y nuestra estrechez), puesto que nuestro mercado interno es muy pequeño. Es más, se trata del mercado más pequeño de latinoamerica en términos de cantidad de consumidores (2.5 millones de personas no llegan al tamaño de algunos barrios de la ciudad de México). Para mayor desventaja aún, Panamá es el único país latinoamericano que no se encuentra inserto en ningún proceso de integración hemisférico y va a ser el último en entrar a la OMC (entró en 1997).

Un ejemplo de la pérdida de oportunidades que el país está teniendo, lo constituye las declaraciones hechas, algunos meses atras, por el presidente de Motores Internacionales (MOINSA). Señalaba el propietario de MOINSA que iba a invertir en dos fábricas ensambladoras de vehículos, en Colombia y Uruguay respectivamente, a fin de tener acceso a los mercados de MERCOSUR y Pacto Andino. Agregaba que preferiría invertir en Panamá, pero desde aquí no tenía acceso adecuado a estos mercados. Es decir, no sólo no atraemos inversión sino que la exportamos.

Recientemente el Gobierno creó el Consejo de Comercio Exterior, organismo adscrito a la Presidencia de la República, con el fin de subsanar esta deficiencia. Este Consejo inició su labor redactando los lineamientos bases para una estrategia de Comercio Exterior. Como técnico en la materia y, supongo, por mi experiencia como negociador comercial, se me brindó la oportunidad de participar (entre muchos otros expertos de diferentes disciplinas) en la redacción de estos lineamientos. El Consejo ha iniciado la discusión de este documentos entre los distintos grupos de presión de la economía nacional y la reacción ha sido, hasta donde he sido informado, positiva.
En síntesis, lo que se pretende es lograr para Panamá un acceso completo a los mercados más importantes del hemisferio. Como primera opción estratégica, se tratará de lograr esto sin que Panamá se integre en los bloques, sino llegando a acuerdos de libre comercio con los mismos. Es decir, un esfuerzo a la Chilena. Dadas las circunstancias coyunturales que rodean este esfuerzo (renovación del Pacto Andino, ahora Sistema Andino de Integración; acuerdo de libre comercio entre Chile y el MERCOSUR; inicio de negociaciones para una Zona de Libre Comercio entre el Pacto Andino y el MERCOSUR; elecciones en EE.UU. en noviembre, aclarando el camino para un TLC), sumado a la calidad técnica del equipo encargado de llevar adelante este esfuerzo y a una aparente decisión política más decidida de seguir el camino de la globalizción, pienso que Panamá logrará sus objetivos a corto plazo.

De ser esta la realidad, auguro un futuro brillante para el incremento de las inversiones en el país, lo cual permitirá una reducción importante del desempleo, así como el salto cualitativo que la Nación necesita para llegar a los niveles de desarrollo del primer mundo.

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